Fijarse objetivos es un aspecto importante en un programa de pérdida de peso. Estos objetivos deben ser regulares, pero no demasiado vigilados. Comprobar la realización de tus objetivos una vez al mes parece ser un buen ritmo. Así podrás espaciar los avances en el tiempo y cometer algún exceso, en una semana no penalizará todo el proceso. Asimismo, los objetivos que te fijes también deben ser progresivos, sin ser excesivos. De hecho, resulta inútil o incluso contraproducente establecer objetivos inalcanzables, a menos que quieras sentirte desmotivado rápidamente. Cada vez que alcances un objetivo, ya sea perder peso, perder centímetros de contorno de la cintura, etc..., concédete una pequeña recompensa en forma de una nueva prenda adaptada a tu nueva cintura, una equipación deportiva, un walkman para acompañarte durante tus sesiones de footing. En resumen, todo, menos caer en la tentación de la comida. Para aumentar tus posibilidades de éxito, comparte tu programa y tus progresos con amigos que puedan animarte si detectan que estás decayendo un poco.
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